Pintor mexicano, nacido en Zapotlán el Grande, Jalisco, en 1883. Aún siendo un niño, conoció a José Guadalupe Posada, el ejemplo de cuyos grabados lo indujo a interesarse por la pintura.
Orozco se traslada Junto con su familia a Guadalajara y luego a la capital de la República, a donde llegó en 1890.Estudia la carrera agrícola y sigue clases de arte con Gerardo Murillo en la Academia de San Carlos entre 1906 y 1914. Trabaja como ilustrador y dibujante satírico durante los años de la Revolución Mexicana y crea pinturas y litografías cuyos temas son sacados de bares y ambientes de prostitución, repitiendo algunos temas de la escuela francesa, aunque de forma muy personal.
Hace su primera exposición individual en la librería Biblos de Ciudad de México en 1916. Al año siguiente viaja por Estados Unidos y vive en San Francisco y Nueva York pintando carteles.
Su estilo heroico esta fundado en un realismo de carácter expresionista, conscientemente ligado a las viejas tradiciones artísticas mexicanas, de violento dinamismo y amplísima factura.
En 1920, de regreso a México, colabora con Diego Rivera y David Alfaro Siqueirosen el programa muralista patrocinado por el gobierno. Los primeros murales se ejecutan en la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México (1923-1926); en el titulado La Trinchera muestra ya su estilo más característico: líneas diagonales, ángulos oblicuos y una paleta reducida a los colores blanco, gris y marrón. Aunque los soldados están dibujados de forma naturalista, con posterioridad, las figuras se vuelven más estilizadas, formuladas como tallas medievales.
En el año 1922 se unió a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en el sindicato de pintores y escultores, intentando recuperar el arte de la pintura mural bajo el patrocinio del gobierno.
En 1927 regresa a los Estados Unidos y durante los siguientes cinco años realiza numerosos murales. Su primer viaje a Europa tiene lugar en 1932. Entre 1936 y 1939, pinta murales en Guadalajara, en el Paraninfo de la Universidad, los Hospicios de Cabañas y en el Palacio de Gobierno. A diferencia de Rivera y Siqueiros, Orozco retrata la condición humana de forma apolítica; se interesa por valores universales y no insiste tanto en valores nacionales, de ahí que sus imágenes más características comuniquen la capacidad del hombre de controlar su destino y su libertad ante los efectos determinantes de la historia, la religión y la tecnología.
Es un pintor, no un ideólogo por tanto, su obra no tiene intención propagandística. En los murales del Paraninfo, la crítica a los errores del marxismo es patente en las figuras famélicas y hambrientas. Añade a su habitual paleta colores verdes, amarillos y rojos que acrecientan la expresividad de estas obras.
En 1946 recibe el Premio Nacional de Arte y Ciencias de México y en 1947 expone en el Palacio de Bellas Artes; muere en Ciudad de México en 1949, siendo enterrado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en la Ciudad de México.
Su obra está presente en la Bienal de Sao Paulo de 1961 y el Museo Nacional de Lima (1964) y el Museo de Arte Moderno de Oxford (1980), le dedican retrospectivas.